Entrevista a Gustavo Vazquez
"Mi intención va más allá de recuperar la espontaneidad creativa del niño. No apunto a la razón, sino al sentimiento. Eso no se logra sólo con proponérselo, lleva una vida desembarazarse de la educación que recibimos desde el momento que nacemos."
Hay muchos artistas que tienen su taller aquí en la Ciudad Vieja. ¿Que pasa con el barrio?
¿Como llegaste a este taller?
-Mi taller ...hace tres años me instalé aquí, un lugar del que me enamore un día de vagabundeo por la ciudad vieja hace como veinte años, cuando todavía era una vidriería de unos italianos. Es un barrio que siempre me atrajo, por estimulante, por su historia, sus muros, sus texturas, sus colores las piedras viejas, los adoquines, los muros, las vigas, las puertas... Me recuerda a otros lugares que me gustan: Barcelona, el barrio gótico, también tiene algo de parisino, del barrio latino. La Ciudad Vieja es un agente provocador.
¿Cuál es tu sistema de trabajo, Crees que existe la Musa inspiradora?
-Yo trabajo intensamente 8 o 9 horas por día, mi mecanismo de creación es laburo aunque cada tanto recibís un premio que es la inspiración: pasó una energía a través mío, yo fui el instrumento. Eso se ve en ese salto en calidad, en ese cuadro que hasta a vos te sorprende. Lo vivo como un estímulo para seguir en la carrera, hasta que se vuelva a dar. Por eso hay que tener disponibilidad de tiempo, para que cuando la inspiración llega, puedas estar ahí y aprovecharla. Si tenés una actividad paralela te pueden llegar esos momentos y los desperdicias. Son momentos que llegan porque estás en la búsqueda. Podés estar trabajando en una obra y dejarla, pero como seguís pensando en ella la en el momento de irte a dormir, o de repente cuando vas andando en bicicleta. Es así: viene una idea, un planteo y después la elaboración.
¿Qué objetivo tiene la pintura para vos? ¿ Cómo son esos procesos de elaboración?
-Empecé a pintar desde niño, porque me gustaba, de alguna manera me descargaba y transmitía mi alegría o tristeza. Aún hoy la producción, se da en función de hechos que exacerban mi sensibilidad. sumado a vivencias personales, sociales, universales, a todo lo que se va metiendo en vos, para decirlo de alguna manera, y va haciendo que tansformes tu obra. La pintura tiene un proceso absolutamente individual, pero yo busco lo universal, un lenguaje que llegue al común colectivo.
¿Crees en un lenguaje universal, no en un lenguaje identitario local?
-Los planteos no los hago a priori los busco intuitivamente. Yo me siento un pintor rioplatense, regional, porque culturalmente creo que un gaucho de Porto Alegre, un porteño o un uruguayo, pertenecen a la misma corriente cultural por sangre y por adaptación climática somos un apéndice de la cultura mediterránea Nuestras referencias de origen siempre van ligadas a la tradición plástica mediterránea, no nos ligamos a las tradiciones alemanas o suecas, somos tanos o españoles, ni siquiera tenemos para mechar una cultura indígena propia. Inclusive en nuestra joven tradición plástica, nuestros maestros iban a estudiar a Europa desde Blanes. iban a buscar su "master" y traían y transmitían nuevas corrientes.
Inclusive yo me engancho en eso cuando me dan el premio de pintores jóvenes. El grupo de viaje era con becarios de distintos países, ocho meses viendo pintura de la mañana a la noche. Algunos cursos comenzaban a las ocho de la mañana y terminaban a las seis de la tarde, era a full: museos escuelas de arte, ateliers, artistas contemporáneos etc. Cuando fui a París a los 19 años vi cómo vivían los artistas alli, tenían un espacio social, eran respetados, podían vivir de su profesión. En Uruguay, la diferencia era notoria, los maestros destacados de la época no eran sólo pintores porque no había un espacio creado para que vivieran del arte: ni Solari, ni García Reyno, ni Vicente Martin. Todos eran o profesores de dibujo en el liceo, o directores de museos pero todos bajo la protección de Secundaria o del Estado. Cúneo, que era el más destacado tenía una especie de pensión del Estado.
¿Existia un mercado que le perimitiera vivir del arte?
-No. habia un par de galerías, lo que había eran centros culturales de prestigio donde se exhibian obras, el Salón Nacional marcaba el ritmo del año. Estaban Amigos del arte", "Artes y Letras", algunos pocos consumidores compradores de pintura, pero eran compradores casuales, era dificil sobrevivir. En 1966, a los 23 años. me dan el premio de pintura joven que era una beca. Me fui por segunda vez a Europa, por seis meses y me quedé tres años. En esos tres años me pasó de todo, trabajé de lavaplatos, de ayudante de montaje en la bienal de jóvenes en Paris, con el artista argentino Hugo Demarco y de a poco empecé a andar solo, a vender, a exponer. Del 67 al 76 anduve por el mundo, siempre pintando, exponiendo en Francia, USA, Italia. En Uruguay dieron el golpe y ya no tuve interés en volver. En el 76, y por problemas familiares, regrese, y me costó mucho adaptarme a lo que se vivía acá.
Como ves ni inserción en el mercado. Yo vendía mucho en Washington, en Paris, ahora me manejo en el mercado regional. En la Argentina hay galerías de nivel profesional muy bueno, que sufren los vaivenes económicos mundiales, pero es, un mercado que existe. Por otro lado, me arrepiento de no haber insistido de forma continua en el mercado paulista, luego de una incursión en el año 1969. Hace diez años trabajo con una galería en Porto Alegre "Borsa de Arte", que considero excelente, pero con un público más conservador que el de Montevideo. Actualmente exhibo mi obra en una galería en Buenos Aires: V y P. que no tiene obra de otros uruguayos. Uruguay es un foco cultural en la región y tiene que hacerse valer como tal, Nos falta promocion y creer en nosotros mismos.Los consumidores potenciales son pocos, debemos exportar con una política de promoción más intensa.
Los artistas en Uruguay no existimos socialmente. Debemos observar el ejemplo francés, cómo promocionan sus artistas, sus escuelas y como apoyan a artistas de todo el mundo. Eso se realiza a través de concursos otorgando lugares para trabajar y vivir, derechos sociales como la jubilación seguro de salud, etc.
¿Crees que eso es posible en este medio?
-Yo creo que si, Esas experiencias nombradas eran una combinación entre el Estado y la Asociación de Artistas.
Ahora en Uruguay hay muchos más concursos. Creo que en Uruguay los artistas jóvenes están muy estimulados. La idea es estimular a muchos, no sólo a los jóvenes y los del medio. En Uruguay siguen apareciendo creadores, es un medio femental. Tenemos el placer de convivir con viejos creadores comprometidos con la pintura, que han pasado la vida en eso y han hecho cosas muy buenas.
Creo que hay comunicación ente las diferentes geneneraciones, y si bien hay nostalgias también hay lugares de encuentro. La rebeldía de los jóvenes es lógica, el deseo de matar al padre. Hay artistas jóvenes de gran interés, no quiero nombrar uno o dos ya que realmente son muchos y muy buenos. Lo que les pido es tiempo y compromiso de vida con el arte.